Hemos pasado un fin de semana increíble. No llegas a imaginar que en España haya sitios así. Un tributo a la paz, la tranquilidad, la buena cocina y al cómic con sus habitaciones temáticas. Te hace sentir que estás en un sueño rodeado de magia. El exterior es símbolo de árboles centenarios, buen gusto y largos paseos. Muy recomendable, una experiencia única que habrá que repetir. Gracias.
Un hotel rural, que es rural de verdad. Rodeado de una vegetación en que destacan árboles de muchísimos años, junto a otros más recientes, frutales y hasta matitas de violetas que se asoman entre las piedras, un estanque y preciosos senderos para caminar en el silencio de este lugar tan especial.
La amplia casa, luminosa, y cómoda está muy cuidada en todos sus detalles. Los propietarios nos recibieron con una gran cordialidad. Prepararon muy buenos platos y desayunos, bien presentados y acompañados de una música suave y bien seleccionada. Nos explicaron cosas interesantísimas del mundo del cómic y disfrutamos de la asombrosa colección que decora toda la casa. Les estamos muy agradecidos y nos gustaría volver nuevamente.
La amplia casa, luminosa, y cómoda está muy cuidada en todos sus detalles. Los propietarios nos recibieron con una gran cordialidad. Prepararon muy buenos platos y desayunos, bien presentados y acompañados de una música suave y bien seleccionada. Nos explicaron cosas interesantísimas del mundo del cómic y disfrutamos de la asombrosa colección que decora toda la casa. Les estamos muy agradecidos y nos gustaría volver nuevamente.
No esperábamos algo así de fantástico. Apartado, pero cercano. rodeado de tierras lunares, pero tan lleno de verde con árboles y más árboles protegiendo las alamedas por donde paseamos sin perdernos.
Después de fascinarnos con la decoración llena de personajes salidos de álbumes de la infancia y de una cena muy buena y llena de detalles riquísimos, dormimos como ángeles envueltos por el silencio. Al acabar un desayuno excelente, lamentamos no poder quedarnos una noche más en este pedazo de paraíso tan bien llevado por los más que amables propietarios.
Después de fascinarnos con la decoración llena de personajes salidos de álbumes de la infancia y de una cena muy buena y llena de detalles riquísimos, dormimos como ángeles envueltos por el silencio. Al acabar un desayuno excelente, lamentamos no poder quedarnos una noche más en este pedazo de paraíso tan bien llevado por los más que amables propietarios.
Un refugio de paz, silencio, naturaleza. Rara avis apartada del mundanal ruido. Magnífico museo dedicado a los héroes del tebeo. Excelente cocina. Trato personal. Entrañable cordialidad. Único. Volveremos.
Un hôtel de charme perdu au milieu de “no where”, hyper calme. Grand et beau parc entouré d’une haie de 4000 cyprès! Accueil familial. Cuisine avec les légumes du jardin. Amateurs de BD: y venir sans délai, cela vaut le voyage comme on dit chez Michelin.
Ce Hotel 26 Labrador extraordinaire. Impossible d’imaginer, même en rêve, que cela existe. La maison et le jardin et le parc sont incrovables. La cuisine est formidable. L’ensemble de service est irréprochable. Beaucoup d’emotions devant ce temple du dessin Européen et une telle collection.
Este sitio es una maravilla. El sol, los árboles grandes, los paseos y la piscina, claro, pero por dentro es ya todo fantástico.
Hay una colección que forma la decoración que es más que interesante por lo espectacular e inimaginable. No nos esperábamos lo bien que estuvimos, lo bien que lo pasamos, lo bien que comimos y lo bien que dormimos. También volveremos y tampoco se lo diremos a nadie.
Hay una colección que forma la decoración que es más que interesante por lo espectacular e inimaginable. No nos esperábamos lo bien que estuvimos, lo bien que lo pasamos, lo bien que comimos y lo bien que dormimos. También volveremos y tampoco se lo diremos a nadie.
Hay muy pocos sitios como este que merezcan el viaje y en los que uno no se pueda aburrir.
En medio de un paisaje sacado de las fotos de la luna aparece el Hotel 26 Labrador con docenas de colores verdes que lo rodean por todas partes. Llegamos, nos instalamos y paseamos hasta la hora de la cena. Ya dentro de la casona sólo se podría aburrir alguien que tuviera una piedra en vez de cerebro. Nos quedamos embobados vitrina tras vitrina con la colección y llegamos algo tarde a cenar con gran comprensión de los propietarios con los que el trato es amable y lleno de detalles.
Con los sabores de la cena me sentí como si volviera a la infancia. Y dormir, dormimos como si una cariñosa y gigantesca ameba nos envolviera. Volveremos, pero, como el otro cliente, no se lo diremos a nadie.
En medio de un paisaje sacado de las fotos de la luna aparece el Hotel 26 Labrador con docenas de colores verdes que lo rodean por todas partes. Llegamos, nos instalamos y paseamos hasta la hora de la cena. Ya dentro de la casona sólo se podría aburrir alguien que tuviera una piedra en vez de cerebro. Nos quedamos embobados vitrina tras vitrina con la colección y llegamos algo tarde a cenar con gran comprensión de los propietarios con los que el trato es amable y lleno de detalles.
Con los sabores de la cena me sentí como si volviera a la infancia. Y dormir, dormimos como si una cariñosa y gigantesca ameba nos envolviera. Volveremos, pero, como el otro cliente, no se lo diremos a nadie.
Un posto meraviglioso, perso nel silenzio della natura, dove ti senti coccolata dalla padrona di casa Alicia che ti riempie di attenzioni, con i sui pasti fatti con tanta cura, e dal padrone di casa Juan di grande cultura, che ti racconta tante storie interessanti. Un posto dove non ti manca la televisione e ti avvicini più a te stessa. Meno male che esistono questi post! A presto! grazie
Estábamos solos y una pareja de belgas muy silenciosos. Los dueños nos atendieron mejor que bien. Nos perdimos para llegar, pues esto está un poco apartado y yo soy miope y mi marido muy distraído.
Los dueños, un encanto de personas, nos vinieron a buscar. Habíamos oído cosas de este hotel, el más grande de los hoteles pequeños, pero no nos imaginábamos lo bonito y lo lleno de detalles con los que está decorado por dentro y por fuera. También nos habían dicho que la cocina era buena pues no: es soberbia de buena. Tuvimos suerte con el tiempo, nos hizo un día y una tarde fantásticas y estuvimos paseando entre los árboles hasta una puesta de sol llena de nubes naranjas y rojizas. Dormimos como bebés. Tenemos que volver.
Los dueños, un encanto de personas, nos vinieron a buscar. Habíamos oído cosas de este hotel, el más grande de los hoteles pequeños, pero no nos imaginábamos lo bonito y lo lleno de detalles con los que está decorado por dentro y por fuera. También nos habían dicho que la cocina era buena pues no: es soberbia de buena. Tuvimos suerte con el tiempo, nos hizo un día y una tarde fantásticas y estuvimos paseando entre los árboles hasta una puesta de sol llena de nubes naranjas y rojizas. Dormimos como bebés. Tenemos que volver.
Es éste un sitio fantástico para estar tranquilo, pasear por las alamedas (esto es grande que te pierdes), comer muy bien y dormir muy bien. Los dueños se ocupan de uno con una amabilidad pocas veces vista. Y lo que hay dentro del hotel que es su decoración es para pasárselo horas mirando. No echamos de menos ni el teléfono ni la televisión, todo lo contrario.
No he visto ni veré sitio tan espectacular por su tranquilidad, su decoración ante la que se pueden pasar horas sin darse cuenta, su buena cocina y su excelente relación calidad precio.
Estoy entusiasmado. Un universo de símbolos para disfrutar a sorbos calmados y para explorar con detalle. El trato exquisito de los propietarios va más allá de lo amigable y familiar, es un derroche de atenciones.
El paraje se presta a ver pasar la vida por la ventana o paseando entre árboles. Es de agradecer el cuidado y el amor puesto en crear un hogar para almas delicadas.
El paraje se presta a ver pasar la vida por la ventana o paseando entre árboles. Es de agradecer el cuidado y el amor puesto en crear un hogar para almas delicadas.
Hace mucho tiempo que no recuerdo pasar un fin de semana tan especial y diferente. El trato recibido fue excepcional, la comida y el servicio exquisito y las instalaciones el entorno y el museo fuera de serie. Nuestra más sincera enhorabuena a la gerencia del hotel por conseguirlo.
Remanso de paz. He disfrutado de un maravilloso fin de semana en este hotel “con encanto” como dicen ahora. El encanto y profesionalidad de sus propietarios y del museo que te sorprende. He paseado por el jardín entre árboles de diferentes especies, he podido contemplar las estrellas y he degustado deliciosas moras silvestres.
Estar aquí ha sido un premio de paz para mis sentidos. Yo también me he sentido especial.
Estar aquí ha sido un premio de paz para mis sentidos. Yo también me he sentido especial.
Estuve un fin de semana y desde luego encontré esa tranquilidad tan difícil de encontrar. Tuve la sensación de estar dentro de un museo del comic. Genial. También quiero resaltar el trato supercariñoso a la vez que muy profesional. Sitios como estos hacen que gente normal podamos aunque sea por un finde, sentirnos especiales.
Fantastic hotel and fantastic hosts. We have booked to visit again in june 2008 and we will be back again.
Espectacular espacio, diferente e irrepetible.